Patrón de Logroño

La cofradía nace en 2005 fundada por un grupo de amigos, ciudadanos de Logroño y se abre a un amplio espectro de logroñeses de diferentes ámbitos sociales y laborales, pero tienen en común el amor a su Ciudad y a su Santo Patrón.

Se gesta con el espíritu de enaltecer la figura y las fiestas patronales de Logroño y para eso trata de recuperar la dignidad del traslado del Santo por las calles de la ciudad, que en los últimos años se había ido diluyendo; hemos contado con la colaboración y el aliento del Ayuntamiento Logroñés.

Aparte de recuperar la tradición del vestir digno en los portadores y acompañantes del Santo en la procesión grande, la cofradía ha instaurado un traslado digno y festivo de la talla de San Bernabé que data de mediados del s.XIX y, que se sitúa en la muralla del Revellín para la ofrenda desde la Cocina Económica donde se le guarda.

Pero siendo esto lo fundamental la cofradía se alumbró con la intención de complementar a las instituciones, cofradías y organizaciones ya existentes en la realización de actos que sirvan para aumentar las actividades durante las fiestas y hacer llegar a todos el cariño que deben sentir hacía nuestro Patrón y sus fiestas mediante una labor socio-cultural, con el concurso de pintura al aire libre o, el concurso de poesía, nombramiento del Cofrade de Honor Destacable, sufragio de la comida en la cocina económica, reparto del himno, banderas de la ciudad, etc. y, a su vez poder recuperar partes de la fiesta y del voto a San Bernabé que se habian quedado en el olvido, sirva como ejemplo el reparto de fresas con vino o, las luminarias.

La cofradía es una asociación cívica, siguiendo la tradición, San Bernabé durante años ha estado guardado en el Ayuntamiento pero sin olvidarnos de la raíz Cristiana y Católica de la figura del Santo.

Nuestro empeño es que San Bernabé sea el Patrón de todos los Logroñeses durante todo el año y que todos tengan a estas Fiestas Patronales como una de las señas de identidad de la Ciudad y de la forma de ser de sus ciudadanos.

Entre el gentío, la llegada a El Revellin forma un alboroto